Aunque todos sepamos que aplicarnos crema solar es vital, no siempre hacemos un correcto uso de ella y posiblemente no sepamos elegir la correcta para cada tipo de piel. A menudo pensamos que todos los fotoprotectores son igual de válidos para todas las personas pero no es así, y es algo que vamos a exponer en este artículo.

Conocer mi piel

Para aprender a escoger la crema correcta, primero debemos conocer nuestro fototipo. Ésta es una clasificación que se hace en función de la capacidad de la piel para absorber las radiaciones solares teniendo en cuenta factores como el tipo de piel y pigmentación o el color de ojos y cabello.

Las personas con un fototipo bajo significa que tienen la piel clara, y en consecuencia más riesgo de padecer cáncer de piel por su falta de pigmentación que una persona de piel negra (fototipo alto). Esto no quiere decir que las personas de piel oscura no deban protegerse del sol.

Sabiendo cuál es nuestro fototipo, sabremos qué factor debemos aplicar, así como el tiempo que nuestra piel puede estar expuesta.

Conocer la piel

“Amplio espectro”

Otro factor que debemos tener en cuenta, si queremos que nuestro protector sea lo más completo posible, es si en el envoltorio aparecen las palabras “amplio espectro”. Esto viene a indicar que el fotoprotector ofrece protección tanto a los rayos UVA como al los UVB. Aunque los dos hacen daño, los primeros atraviesan la piel y producen su envejecimiento, mientras que los segundos son los que producen las quemaduras superficiales.

SPF

SPF son las siglas de Factor de Protección Solar y es una medida estándar para calcular la capacidad protectora de una crema. El número que acompaña estas siglas indica el tiempo que dura el efecto protector en la piel expuesta al sol en comparación con una piel sin proteger. Según esta explicación, un SPF 30 nos permite permanecer al sol 30 veces más tiempo que lo que podríamos hacerlo sin protector. Dicho de otra manera, si generalmente la piel se quema en 15 minutos, utilizar un SPF 30 extendería ese tiempo a 7 horas y media.

SPF

La mayoría de los expertos recomiendan usar un protector de 30 o más, ya que bloquea el 97% de los rayos UVB del sol. No obstante, el porcentaje de protección entre un factor 30 y otro mayor varía muy poco. De hecho, tener un factor 50 da una peligrosa seguridad a los consumidores, los cuales confían en poder estar más tiempo al sol sin aplicarse una segunda capa, lo cual es un error.

Resistencia al agua

Si eres de los que no puede pasar un día sin bañarse o hacer deporte, debes comprobar la resistencia de la crema al agua y el sudor. Con el agua tenemos una mayor probabilidad de quemarnos, ya que produce el efecto de reflexión por el cual los rayos son reflejados a todas partes. 

Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), un fotoprotector “resistente al agua” sigue manteniendo su SPF tras 40 minutos de baño, y uno “muy resistente” hasta 80 minutos. 

Resistencia al agua

Protectores faciales

Lo recomendable es usar una crema para el cuerpo y otra para la cara, ya que las primeras suelen ser más grasas. Por otro lado, la cara es más sensible que el resto de nuestro cuerpo, es por ello que se debe aplicar protección alta durante todo el año, incluido el invierno.

Las personas que sigan un tratamiento anti acné tendrán que tener más cuidado, ya que la piel estará especialmente sensible. Éstas deberán adquirir un fotoprotector alto y de amplio espectro.

Para los más pequeños

La piel de los niños es más fina y delicada, por lo que debemos hacer más hincapié en su protección. Las cremas solares deben ser de SPF alto, resistentes al agua y el sudor y fáciles de extender para poder aplicarlo de forma rápida, ya que los niños son inquietos y no suelen dejarse poner la crema con facilidad.

para los más pequeños

Últimos consejos

- Independientemente del SPF que tenga tu protector, vuelve a aplicarlo cada 2 horas, e inmediatamente después de nadar o sudar mucho.

- Se debe aplicar el protector solar entre 15 y 30 minutos antes de salir de casa. Así la piel tendrá tiempo suficiente para absorberlo por completo.

-Durante el mediodía evita la exposición al sol, ya que los rayos son más fuertes.

-No olvides aplicar after sun después de una jornada al sol, pues ayudará a tu piel a rehidratarse y regenerarse.

- Los fotoprotectores no sólo son para el verano, recuerda que el sol sale durante todo el año y aunque los rayos UVB son menos intensos, los UVA permanecen.